Depilación

La SEME alerta sobre los riesgos del láser aplicado por profesional no médico.

Como alternativa a la tradicional depilación con cera, está la depilación con láser o fotodepilación que ha experimentado en los últimos tiempos un crecimiento notable de su uso. Este aumento de la demanda es debido en gran parte a que constituye un sistema rápido y eficaz de depilación y tiene un resultado duradero, en muchos casos definitivo.

Cambios en la historia de la depilación

Las grandes ventajas que ofrece este innovador sistema de depilación ha dado lugar a un incremento de la demanda en los últimos años siendo 2 de cada 10 las mujeres que deciden recurrir a esta técnica como método de depilación. Pero no son sólo la eficacia de sus resultados lo que ha contribuido al aumento de la demanda sino que la proliferación de centros de estética en los que se realizan este tipo de tratamientos también ha favorecido el acceso al láser.

Asimismo, la edad de las personas que acude a estos centros para aplicarse el tratamiento de depilación por láser ha disminuido siendo cada vez más jóvenes. Hoy día, en España, los usuarios de este tipo de técnicas se sitúan entre los 20 y 50 años. La eliminación del vello de forma permanente resulta muy atractivo para las adolescentes que además de resultados eficaces buscan precios competitivos. En centros de estética como peluquerías, salones de belleza… etc. es fácil tener acceso a la depilación por láser a un coste más bajo que en las clínicas especializadas.

Ante esta situación, médicos expertos de la Sociedad Española de Medicina Estética advierten de que un láser mal aplicado puede tener graves consecuencias como quemaduras en la piel, por lo que es importante que el usuario acuda a un centro especializado antes de someterse a este tipo de tratamiento. En este sentido, la Dra. Concha Obregón, vocal de la SEME señala que “el usuario de este tipo de tratamientos debe acudir siempre a un centro regulado, donde el personal empleado tenga la titulación y cualificación adecuada, que disponga de un seguro de responsabilidad civil y cuyos tratamientos se apliquen con productos autorizados”.

La creciente tendencia a utilizar estas técnicas por personal no médico y la aplicación de tratamientos de este tipo en centros no regulados, está dando lugar a que cada vez existan más casos de demandas de pacientes a estos centros que, además, no disponen de un seguro de responsabilidad civil hacia estos pacientes.

Riesgos que se pueden evitar

 

El uso incorrecto del láser en manos de personal no médico puede provocar importantes secuelas por quemadura (hasta de primer grado), que al principio hará una hiperpigmentación en la piel, pero que residualmente dejará una hipopigmentación residual; de manera que la piel podrá adquirir un aspecto blanquecino. La recuperación es de difícil solución, ya que si ha dañado al melanocito éste no tomará capacidad para repigmentarse.

Recomendaciones de la SEME

 

  • Los láseres que no sean tipo I y II (de cajeros, de bancos y punteros) han de ser controlados por un médico según la legislación de Cataluña.
  • Si los láseres son de baja potencia son ineficaces. Para ser resolutivos han de ser de alta potencia y por esa misma razón, deberían ser utilizados por un médico ya que éste podrá resolver un efecto secundario si se produce. Lógicamente al ser más potentes tienen más riesgos, aunque bien utilizados ofrecen resultados espectaculares.